Es un mercado de amor, de ilusión, de fe, de esperanza o de remedios. Un mercado difícil de encontrar en todo el mundo porque, generalmente, todo esto no se vende. Pero aquí sí. Se vende todo eso y más, se venden recetas para curar los males de amor, se venden oraciones para quien no lo conoce, se venden ilusiones y se venden los medios para que el amor llegue.
Y no sólo se venden, sino que también se compran, y se compran mucho. En este mercado de Sonora, que se encuentra en el mercado en la Merced de la Ciudad de México, y en muchos otros, en diferentes partes de la República, se vende el amor; se vende en pastillas y en palabras. Ahora que mucho depende de qué clase de amor se compre. Puede ser un amor pasajero o duradero, el que termina en matrimonio, o quizá lo que se necesite sea una cura contra el mal de amor; no importa, también la hay.
Los productos amorosos de este mercado son muchos, cientos, y se presentan en diferentes formas. Si se quiere resultar irresistible a un galán, entonces conviene adquirir un jabón atrayente, que según dice en las indicaciones, no es un jabón cualquiera, sino un jabón protector de los enamorados que con su exquisito aroma atrae al sexo opuesto, ya que está elaborado con esencia de flores exóticas.
Pero no se usa así nada más. Para que haga efecto hay que decir estas palabras mágicas: “Jabón atrayente, te pido, por la virtud que tienes, me ayudes a conquistar a fulano de tal que de día y de noche ocupa mis pensamientos”.
Parece un jabón cualquiera y huele como un jabón cualquiera, pero no, es el jabón “atrayente”, y para lograr un mejor efecto, se debe pensar en el ser amado mientras se usa. Ahora que si no le hace efecto el jabón con todo y la oración, el pensamiento, y el baño, no importa, para eso están los polvos. Éstos son llamado “polvos de San Antonio”, y para que resulten, hay que espolvorearlos sobre el cuerpo después del baño y decir “San Antonio, traedme novio y pronto matrimonio”.
Se dice que, por lo regular, las instrucciones garantizan su efectividad, la cual se debe a que están hechos con legítimo polvo de arroz y perfume de virgen de azahar, y es muy difícil que fallen. Pero si esto tampoco resulta, entonces se puede recurrir a las veladoras o a las velas, que en este caso tienen que ser 9. Además hay que rezar:
“Estas velas que enciendo, en 9 días se consumirán, y las almas que invoco cuanto les pida me concederán. Almas, moved el corazón de fulanito o zutanita, para que su corazón lleno de amor hacia mí se acuerde, y todo cuanto tenga me lo venga a dar.”
Esta oración es muy importante, sobre todo cuando de amor desinteresado se trata. Pero todavía hay más remedios o más esperanzas, y no sólo para el sexo femenino; también hay talismanes y oraciones para los hombres.
El del coyote dice así: “Coyote hermoso, con tu talismán poderoso, que cargas en la cabeza, préstamelo para que con él haga lo que yo quiera, y que se enamore de mí cuanta mujer yo viera”.
La piedra imán también es importante en el mercado de amor, como lo son los perfumes, las flores y los ajos. Las más discretas se venden en forma de polvo molido, pero todas con la oración al chupamirto o chuparrosa, siempre presente, que debe rezarse toda los viernes con una vela y frente a la imagen del ser amado (aunque sea una foto).
“Polvo de chuparrosa disecada, molida y pulverizada en luna llena para espolvorear en todo el cuerpo, para obtener la gracia del amor.”
El chupamirto para atraer al novio, la chuparrosa para atraer a la novia, polvos para que no se olviden, oraciones para que se atormenten, velas para que repartan lo que tienen, jabones para que no se alejen. Remedios para todo y para todos, esperanzas a la venta por unos cuantos pesos y unas muchas ilusiones, todo como parte del México Mágico que encontramos en el mercado de Sonora de la Ciudad de México,
(Tomado de: Sendel, Virginia - México Mágico. Editorial Diana, S.A. de C.V., México, D.F., 1991)
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