El nuevo virrey, don Martín Enríquez de Almansa, toma posesión de su cargo el 5 de noviembre de 1568. Su gestión administrativa se distinguió por su constante empeño en edificar nuevos edificios religiosos y de carácter cultural. Se establecieron, durante su mandato, los hospitales de San Hipólito, de la Compañía de Jesús. También se crearon colegios como el de Santa María de Todos los Santos y la Parroquia de San Pablo, así como el Convento de Santa Clara, el Santuario de los Remedios, dándose comienzo, en este periodo, a la edificación de la Catedral. En este aspecto, es indudable que su gobierno representó serias medidas de progreso para el país. Sin embargo, es de significarse que bajo su gobierno se fundó el Tribunal de la Inquisición [en 1571], cuyo significado es de todos conocido. El tribunal de la Inquisición de México extendía su jurisdicción, no sólo a todo el Virreinato de Nueva España -dice Lucas Alamán-, sino también a la Capitanía general de Guatemala, islas de Barlovento y Filipinas.
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Entre los sucesos y acontecimientos más notables sucedidos durante la referida administración, se cuenta la muerte de Fray Pedro de Gante, quien fue sepultado el 20 de abril de 1572, uno de los principales sostenedores de la Iglesia; en el año siguiente -1573-, se fundan los Colegios San Pedro y San Pablo (hoy San Ildefonso y Escuela Preparatoria), y también por esta fecha se acomete la construcción de la Catedral de México, y tres años más tarde, en 1576, se funda San Luis Potosí. Un año después abandona el poder el virrey don Martín Enríquez de Almansa, quien salió para el Perú el 4 de octubre de 1580. Entra a gobernar la Audiencia, y se inaugura en la Universidad de México la cátedra de Medicina.
(Tomado de: Soler Alonso, Pedro - Virreyes de la Nueva España. Biblioteca Enciclopédica Popular, #63, Secretaría de Educación Pública, México, D. F., 1945)
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